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El valenciano Javier Polo, titulado en Comunicación Audiovisual por la Universitat Politècnica de València (campus de Gandia) es el director de Una terapia de mierda, un irreverente cortometraje documental que ha sido nominado en la 38ª edición de los Premios Goya.

El 10 de febrero de 2024 se celebrará la gala y se darán a conocer los premios. Al evento acudirán con alegría, pero con expectativas limitadas, porque, según afirma Polo “todos los cortos son muy buenos”. “Solo la nominación al Goya ya es muy complicada” comenta, satisfecho por el logro.

Una trayectoria destacada

Es para sentirse orgulloso. Una terapia de mierda acumula importantes galardones y nominaciones en 2023, entre los que se cuentan un Premio Feroz, un Premio Berlanga y una nominación en los Premios Fugaz.

En el canal del conocido Youtuber Tamayo, donde publicaron el corto para facilitar su difusión, consiguieron 100.000 visualizaciones en las primeras 24 horas. La película puede verse también en la plataforma Filmin.

Contra las pseudoterapias

Una terapia de mierda es una divertida y mordaz parodia basada en una historia real: dos estudiantes de Biología inventaron en 2012 la fecomagnetoterapia que, según argumentaban, podía curar enfermedades utilizando muestras fecales e imanes. Sus principios provenían de otras pseudoterapias, como la homeopatía o la magnetoterapia.

El objetivo de los estudiantes inventores, Mariano Collantes y Fernando Cervera, era demostrar lo sencillo y peligroso que es validar pseudoterapias sin base científica.

A pesar de no ocultar los indicios de que se trataba de una invención, durante dos años obtuvieron una gran repercusión (nunca quisieron vender ningún producto) y finalmente tuvieron que revelar ellos mismos que se trataba de una parodia.

Llegar al gran público

Javier Polo se involucró en el cortometraje gracias a su promotor y guionista, Juanjo Moscardó, con quien ya había colaborado en un videoclip dirigido por Javier, del grupo Lory Money. Polo aportó al corto un giro más humorístico y el característico estilo kitsch que ya mostró en su documental The mistery of the pink flamingo. “Queríamos llevarlo a un público mayoritario, a través del humor, pero sin perder el rigor”.

Los protagonistas no son actores, sino los propios científicos inventores de la fecomagnetoterapia. “No me pusieron límites a la hora de expresarme; me apetecía aportar mi granito de creación. Es una situación muy grave la que denuncian y es necesario mostrarla”.

Los hermanos Polo

Javier y su hermano Guillermo Polo, que también estudió Comunicación Audiovisual en el campus de Gandia de la UPV, son los socios fundadores de la productora Los hermanos Polo, desde la cual elaboran audiovisuales publicitarios y también impulsan producciones propias.

“Trabajamos juntos, pero en cada proyecto lidera uno”. Ahora ambos están finalizando sus dos primeros largometrajes de ficción. Javier espera presentar la película que dirige, Pequeños calvarios, en otoño de 2024. En ella aparecen actores como Andrea Duro o Arturo Valls. “Supone un salto de nivel bastante guay”, explica.

La película de Guillermo Polo, La carga el diablo, es una road movie patria que cuenta en su elenco con actores como Pablo Molinero, Antonia Sanjuan y la tristemente fallecida Itziar Castro. El largometraje está en postproducción y podrá verse en el primer trimestre de 2024.

Estudiar en la UPV

Javier guarda muy buenos recuerdos de sus años estudiando en el campus de Gandia de la UPV. “Estuve allí de 2005 a 2010 y me hermano tres años antes. Creo que somos un buen ejemplo de que se pueden conseguir cosas”.

Los hermanos Polo también conservan amistades de aquella época, como Abdón Alcañiz, director de Arte y diseñador visual de series como La casa de papel y Sky Rojo: “Nos tenemos en mucha estima, somos de la misma generación; nos vamos encontrando y esperamos poder colaborar algún día. Abdón ha conseguido mucho y es el espejo en el que nos miramos”.

A los estudiantes de Comunicación Audiovisual, Javier Polo les aconseja “trabajar mucho, experimentar y salir de casa” para conseguir llevar a cabo sus proyectos.